El kinfolk va más allá de darle un cambio de cara a los ambientes. Invita a vivir de una forma más sostenible, cuidando y conectando con la naturaleza. Esta tendencia trata de volver a los orígenes, a lo natural. De redescubrir y reescribir el entorno.
¿Qué es kinfolk?
El estilo kinfolk surge en Estados Unidos y tiene como inspiración principal a la comunidad amish, famosos por su forma de vida austera y alejados de todo tipo de tecnología. La idea de una vida sencilla y de conexión con la naturaleza es adoptada por los interioristas que eligen esta forma de crear (y recrear) espacios.
¿Cómo es el estilo Kinfolk?
El afán por llevar un estilo de vida más natural está perfectamente representado por esta tendencia que se ha hecho lugar en el mundo de la decoración y el interiorismo.
El estilo Kinfolk se ha establecido como un estilo de vida, transcendiendo a las modas pasajeras.
Líneas simples, materiales reciclados, tejidos naturales como el lino y la fuerte presencia de plantas en distintos rincones dan como resultado ambientes modernos, bohemios y acogedores, que reivindican un modo de vida genuino y relajado.
Se trata de una fusión de diseños, estilos y estéticas entre las que podemos encontrar combinaciones increíbles entre rústico, vintage, industrial y nórdico, entre otros, convirtiendo a cada una de las habitaciones en espacios únicos.
Este eclecticismo característico permite jugar con distintos elementos para lograr crear ambientes originales y con personalidad.
Aunque sea un estilo que abraza la sencillez, no aporta necesariamente una sensación de vacío, sino que permite aprovechar la luz natural al máximo, creando espacios cálidos y acogedores, cargados de texturas y con piezas únicas que celebran la vida.
Sostenibilidad
El kinfolk abraza una sostenibilidad consecuente y activa: la reducción total de elementos plásticos llama a la utilización de envase de vidrio, que además de permitir su uso prolongado y facilitar su correcta limpieza, ofrece un valor estético extra a las composiciones de algunos espacios.
Del mismo modo, el uso de otros elementos cotidianos de plástico o materiales poco sostenibles, podría romper el conjunto, además de ofrecer una menor calidad. Los utensilios de madera suelen convertirse en una opción fácil de ejecutar, pues en el mercado actual hay una gran oferta en estos, desde piezas para la cocina, hasta el aseo diario.
También se le devuelve ese valor añadido a lo handmade, a la customización casera, y a una alimentación alejada de los procesados.
Dareels & Kinfolk
En Dareels, la sostenibilidad no es solamente el resultado: es el inicio y el camino a seguir. Y es la búsqueda del retorno a los orígenes, lo que acerca a este estilo.
Gran parte de los muebles de Dareels se fabrican en Java, Indonesia, debido a que es la localidad en la que se consigue el material principal: la teca reciclada.
Este material es recuperado de antiguas construcciones en desuso y expertos artesanos lo tratan de forma totalmente manual.
Se sigue un elaborado y complejo proceso de reciclado, quitando cada uno de los clavos y la pintura sin productos químicos nocivos para el medio ambiente, reduciendo al máximo la huella ecológica en su desarrollo.
Una vez finalizado el proceso de recuperación, se trabaja cada pieza para darle la forma final, respetando y cuidando el color y las texturas originales, dándole una segunda vida en forma de diseños exclusivos y llenos de historia.
En este proceso de creación se explora la exclusividad y la singularidad. Todos son diseños atemporales, duraderos y únicos, buscando la simplicidad para reinventar el entorno natural.
A la hora de crear espacios de estilo kinfolk con decoración natural, los tejidos de 100% lino y nuestro mobiliario son protagonistas.