La decoración de un salón debe hacerse con gusto, y esto implica jugar no solamente con diseños, colores y figuras, sino también con texturas. Existen muchas formas de hacer esto, y algunas son tan sencillas como colocar una alfombra en el salón.
Pero tomar esta decisión no es algo que se pueda hacer a la ligera, ya que para poder sacarle todo el partido a un salón con alfombra, se debe tener varios factores en cuenta.
La limpieza, por ejemplo: una alfombra debe limpiarse semanalmente para evitar que acumule ácaros, bacterias, y suciedad general del exterior que se pueda llevar en los zapatos. De hecho, una buena decisión a estudiar es, si se decide enmoquetar un espacio, o colocar grandes alfombras de alta calidad, la de tomar por norma el descalzarse al llegar a casa; esto se puede hacer sin grandes cambios en el día a día, simplemente colocando un mueble a modo de zapatero en la entrada, y teniendo preparadas zapatillas para todos, y algunas más para invitados.
Pero también es esencial tener en cuenta las características de las propias alfombras.
¿Qué alfombra poner en el salón?
Sobre la forma de las alfombras, la variedad es infinita. Actualmente se pueden encontrar alfombras de todo tipo y con los diseños más peculiares. Pero para un salón natural y elegante, lo mejor es centrarse en los clásicos: las alfombras cuadradas y las alfombras redondas.
Las alfombras cuadradas aprovecharán mejor los espacios y se adaptarán mejor a cualquier rincón, mientras que las redondas aportarán sensación de fluidez con su sugerente forma.
En cuanto a textura, En los meses de frío se agradecen las alfombras de pelo, lana y tejidos cálidos, pero en los días en los que hay un poco más de temperatura, se puede convertir en un accesorio sofocante, por lo que terminaría siendo un elemento temporal.
Es por esto que en Dareels se recomiendan siempre los tejidos de fibras naturales, como el yute o el seagras, a veces combinados con el lino. Otra buena opción puede ser una alfombra en cáñamo de gran calidad.
Las alfombras de fibras naturales aportan a las estancias frescor, comodidad, un aire natural y mucha personalidad. Además, al ser fibras naturales, se tiñen fácilmente sin químicos, por lo que resultan unos artículos ecosostenibles y supondrán toda una declaración de intenciones.
¿Qué tamaño tiene que tener una alfombra en el salón?
El tamaño perfecto de una alfombra de salón, depende de cada caso. Aunque sí es cierto que cuanto más grande la alfombra, más viste, no es algo que deba aplicarse siempre. Especialmente en espacios en los que se desarrollen varios ambientes a la vez, como puede ser un salón comedor. En casos como este, una alfombra es la herramienta perfecta para separar espacios, pudiendo colocarse en la zona de los sofás y los sillones, convirtiendo el conjunto en un espacio de relax más aislado.
El tamaño de la alfombra debe ser suficiente para cubrir toda la zona de los sillones y sofás junto con la mesa de centro. De no ser así, dará sensación de desorden.
Además, lo mejor es que las esquinas y los bordes queden bajo los muebles para evitar posibles tropiezos y torpezas.
¿Cuál es el mejor color para una alfombra de salón?
En Dareels se apoya que cada salón debe ser un espacio único, que defina cada hogar, y represente los rasgos y gustos de quien lo habita, pero también se recomienda centrar la decoración de los espacios compartidos de la casa en aspectos que resulten relajantes y acogedores a nivel general, para que se convierta en el lugar favorito de todos, y así siempre esté lleno de vida.
Para lograr esto, lo ideal es contar con una paleta de colores neutros, con la elección de los tonos exactos al gusto del consumidor, sin excederse de 5 o 6 colores. Por esto, una alfombra en colores neutros y tonos fáciles de encontrar puede ser la clave de un salón acogedor.
Las alfombras de fibras naturales sin teñir poseen un tono natural que es sencillo de combinar con adornos, cestas a modo de cubremaceteros y lámparas y accesorios de mimbre o ratán, y muchas opciones más, convirtiéndose en un gran recurso.
Además, también pueden encontrarse en colores más concretos, como negro (completo o parcial), blanco, beige y más.