A todo el mundo le ha pasado alguna vez que ha estado horas ordenando una habitación, y, sin embargo, sigue sin verla ordenada. Esto puede ser debido al ruido visual.
¿Qué es el ruido visual?
El ruido visual son esos elementos que desentonan con la armonía y el estilo de una estancia, resultando molestos o inquietantes. Normalmente se da en objetos que muestran grandes logos o etiquetas coloridas, y otras veces en objetos de decoración que cumplen su función contraria.
¿Cómo eliminar el ruido visual en casa?
Lo mejor es categorizar primero los elementos que producen este ruido visual en casa, y localizar en qué estancias se suelen encontrar cada uno de ellos. Después, se procederá a buscar alternativas, y finalmente, hacer ese gran cambio en busca de la paz mental en el hogar.
Los tipos de objetos que producen ruido visual los vamos a separar en: souvenirs de turista, productos de consumo, plásticos innecesarios, etiquetas llamativas, y objetos de “antidecoración”.
Eliminar el ruido visual en la cocina
Probablemente el lugar en el que más se puede detectar este fenómeno, y donde más fácil resulta ponerle remedio. ¿Cuántas tazas hay? ¿De cuántos modelos distintos? Estas preguntas suelen ser un buen detector de ruido visual. Es comprensible que se le tenga un cariño especial a una taza concreta si fue un regalo, pero tampoco es excusa para convertir el menaje en una colección de tazas extrañas y coloridas que luego no se le van a ofrecer a un invitado que quiera tomar café.
Lo ideal es elegir una de estas tazas por cada persona que conviva en el hogar, y el resto sustituirlas por una colección unificada y con un estilo que encaje con el resto del menaje y la cocina. El cristal y los colores neutros siempre son un acierto.
Lo mismo ocurre con el resto de la vajilla. Un toque de color en los platos está bien, pero si sirve como complemento al resto de la colección. Si te preocupa esto a la hora de decorar una mesa más alegre, como puede ser una de verano, aquí tenemos tu solución.
Este proceso en general se debe repetir con todo aquello que implique un grupo de objetos: vasos, cuberterías, servilletas…
Aunque ya hemos solucionado una de las partes más complicadas de esta tarea, es fácil seguir encontrando ruido visual en el espacio de la cocina, y es que todo está lleno de etiquetas de todos los colores, tamaños, dibujos y letras.
Y hay que acabar con eso.
El granel es tu amigo: Comprar productos a granel no solamente resulta una alternativa más ecológica, sino que al reducir el uso de plásticos, con ellos se va también las etiquetas y el dichoso ruido visual.
En lugar de tener una despensa plagada de paquetes de colores, resulta mucho más estético guardar los productos a granel en botes de cristal herméticos, y esto sucede del mismo modo con las especias.
De esta forma, la cocina tendrá un aire más uniforme y respetará la paleta de colores escogida para su decoración.
Otro problema en la cocina puede ser el que el jabón de los platos quede a la vista. Un dispensador del estilo del resto de la cocina pondrá una rápida solución, o reconvertir alguno de los cajones en un espacio para los productos de la limpieza del día a día.
Eliminar el ruido visual del salón
El salón no suele ser el gran problema de los elementos de ruido visual, pero sí que puede haber ciertos elementos que desentonen. Uno de ellos puede ser el mando, o los varios controles de la casa, que tienden a acumularse en la mesa de centro o a escurrirse por el sofá.
Por esto, es importante dejar un soporte o un lugar fijo para estos artículos, recomendablemente una caja o cesta decorativa, que llame mucho menos la atención y case con el estilo del resto de la estancia.
Los libros también pueden convertirse en una distracción innecesaria en algunos lugares, especialmente si se ven desordenados. Pero hay varias alternativas para que su orden resulte más estético.
La primera consistiría en tratar de ordenarlos por escala cromática, haciendo originales combinaciones con sus colores para aportar un aire decorativo si se trata de un entorno alegre.
Para ambientes más sobrios o de paletas de colores neutros, se puede plantear la idea de guardarlos con la parte del lomo del revés, en cuyo caso se recomendaría que a su vez tengan un orden alfabético para tener mayor facilidad a la hora de diferenciarlos.
El otro factor que suele afectar al ruido visual de un salón es la acumulación innecesaria de objetos decorativos y fotografías.
Es preferible hacer una selección de fotografías y colocarlas en marcos de la pared, e ir cambiándolas cada cierto tiempo, antes que tener una cantidad que haga que sea imposible fijarse en ninguna en concreto. Lo mismo ocurre con elementos decorativos como velas, estatuillas o flores. Menos es más.
Eliminar el ruido visual del baño
El baño debe ser un lugar ordenado, especialmente para poder facilitar las tareas de limpieza del mismo, es por esto que se recomienda tener espacios específicos para los productos de cuidado personal, evitando dejarlos sobre la encimera.
Las cajoneras, carritos y estantes son grandes aliados para esta tarea. Otra idea que ayuda es la eliminación de los productos plásticos: sustituir los cepillos de dientes de plástico por otros de bambú, y los tubos de pasta por monodosis de pasta solidificada, pueden parecer grandes pasos, pero una vez empiezan a formar parte de la rutina, lo anterior es lo que se vuelve extraño.
Como siempre, la mejor recomendación es que los textiles del baño pertenezcan a una misma colección, y que si se cambia uno, se cambien todos, con el fin de mantener la armonía.
También se pueden cambiar los envases típicos de marcas y supermercado por otros que encajen en el estilo, incluyendo aquí desde el bote del enjuague bucal hasta el champú, gel o mascarilla.
Eliminar el ruido visual del espacio de trabajo
El teletrabajo es una actividad que ha ido cobrando una gran importancia en los últimos años, pero la concentración en éste puede verse afectada si el espacio de trabajo que se ha preparado en casa tiene problemas de ruido visual.
Una de las primeras claves es sencilla: La mesa debe estar despejada. El ordenador, una libreta, un bolígrafo y poco más. Al ser un despacho en casa hay elementos de los que se pueden prescindir, como la típica foto o el recordatorio de las últimas vacaciones. Es un espacio para centrarse.
En la pared que ocupe el home office se puede colocar una reja organizadora, un tablón de corcho o una pizarra, pero es importante respetar su funcionalidad para el trabajo al que se va a dedicar, de poco sirve tener herramientas de trabajo si se van a desperdiciar en acumular cosas que no van a servir.
El papeleo también se convierte en ruido visual. Si se toman notas, se pasan a limpio, y las primeras deben desecharse en seguida, igual con documentos obsoletos que no deban ser archivados. Acumular papeleo porque sí, al final solo retrasa el resto de tareas que se deben hacer.
Por último, una vez más recordar el básico: que todos los elementos sigan la misma estética, desde el lapicero hasta la alfombrilla del ratón, evitando decoraciones llamativas, logos etc.